Correr nos hace más felices. Esta es una máxima que está científicamente probada y contra la que no hay cuestión posible, más allá de la que cada un@ quiera poner...
La "culpa" de esta felicidad la tienen las endorfinas, unas pequeñas hormonas que se segregan desde la una parte del cerebro llamada hipófisis, que es la parte encargada de los sentimientos. El ejercicio físico nos ayuda a sentirnos mejor, porque estimula la producción de endorfinas al actuar sobre esta parte cerebral.
LA LLAVE DE LA FELICIDAD.
Las endorfinas producen en nuestro cerebro sensaciones muy similares a las de la morfina, el opio o la heroína, pero, lógicamente, sin sus efectos negativos, sólo los placenteros. Existen unos veinte tipos distintos de endorfinas, que no voy a enumerar y que son las que se encargan de transmitir comunicaciones entre nuestras neuronas.
Estos químicos naturales producen una tipo de analgesia natural, y estimulan los centros del placer en el cerebro que nos dan sensaciones felices y nos alivian de los dolores y del malestar. Además, también nos protegen contra los virus y las bacterias que invaden nuestro organismo. Eso sí, las endorfinas tienen una vida corta, ya que ciertos enzimas de nuestro organismo las "liquidan". De este modo, se mantiene un equilibrio interior en nuestro cuerpo. Sí, las endorfinas, además de producir sensación placentera, tienen capacidad antibiótica.
Las endorfinas se descubrieron en 1975, muy buen año... (Nací yo en él), y además, se descubrieron de una forma intencionada, ya que como se tenía la constancia de que el cerebro tiene receptores "autoproducidos" por el mismo para "capturar" las sensaciones gratas como las producidas por la morfina. Pero la morfina es una droga exógena, exterior a nuestro cuerpo.
Otra coincidencia entre la morfina y las endorfinas es la dependencia que ambas crean en nuestro organismo, sí, ambas "enganchan".
Una vez nos ha quedado claro que las endorfinas las producimos de modo natural y beneficioso, y que el estrés y la fatiga que genera el ejercicio físico las "crea". Enumeremos otras formas de generarlas:
- Riendo.
- En contacto con la naturaleza.
- Escuchando música.
- Realizando ejercicios de relajación, como el pilates, el yoga o el tai-chi.
- Recordando buenos momentos del pasado.
- Imaginando situaciones agradables.
- Descansando o durmiendo.
- Practicando sexo.
- Tomando leche materna (la leche materna contiene endorfinas).
- Tomando café o chocolate.
- Con el dolor. El cuerpo es capaz de producir un "contradolor" como respuesta para mitigar el efecto de un dolor mayor.
Como podéis ver, todas ellas, o casi todas, son actividades, situaciones o momentos placenteros, por lo que resulta innegable que el correr, también puede llegar a serlo. Si bien han de cumplirse algunos requisitos:
- Que el ritmo sea cómodo.
- Que el entorno sea agradable.
- Que la meteorología sea benigna.
Si se dan estas circunstancias las endorfinas... NOS ALEGRARÁN EL DÍA!!!
Por último quizá estéis pensando "¿en vista de los requisitos que acabas de nombrar, por qué la gente disfruta corriendo con frío, lluvia u otras circunstancias no favorables?". La respuesta es sencilla, como ya hemos dicho generan adicción y esas personas...
BUSCAN SU "DOSIS" DIARIA DE ENDORFINAS!!! Bendita droga!!!
BUSCAN SU "DOSIS" DIARIA DE ENDORFINAS!!! Bendita droga!!!
Gracias y salu2.
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