Los inconvenientes de alimentarse a base de batidos.
Esta forma de alimentarse no implica una reeducación nutricional: vivir a base de batidos no es sostenible ni recomendable. Cualquier dietista-nutricionista actualizado (y ético) al que nos acerquemos nos va a recomendar comer comida, comida real para ser más concretos y sinceros, y no sustituir comida por batidos. Con ello no solo no estamos reeducando nuestra forma de comer, sino que esto además hace que se favorezca una relación de dependencia con los batidos, algo nada positivo en nuestra relación con la comida.
No crean adherencia: la adherencia a una dieta o modo de alimentación es, en gran medida, lo que va a determinar su éxito a largo plazo y de no conseguirla es cuestión de tiempo (no mucho generalmente) que la alimentación vuelva a lo que era. En el caso de las dietas realizadas con sustitutivos, no existe la variedad y, por tanto, desciende la adherencia. Si dos de las tres comidas que hacemos a diario son batidos, por mucho que les cambiemos el sabor (los componentes básicos son los mismos), es imposible mantener una dieta variada.
La alimentación con batidos prefabricados no es un plan personalizado para cada persona, si no algo genérico: cualquier persona puede ser distribuidor de estos batidos, sin necesidad de tener estudios reglados (o sin reglar) sobre nutrición al respecto. Esto quiere decir que tienes muchas posibilidades de que una persona sin formación en nutrición (más que la que le da la propia cualquiera que sea esta) puede pautar vuestra dieta.
En este caso conviene recordar que las únicas personas que legalmente pueden pautar dietas son los dietistas-nutricionistas (grado en nutrición y dietética) y los técnicos superiores en dietética (título de formación profesional)
No es barato: si seguimos el consejo de los vendedores este suele ser: "sustituir dos comidas diarias por batidos", los botes rondan los 550 gramos y cuesta unos 40 euros, por lo que te dura diez días (20-21 servicios por bote), al final del mes nos estaríamos dejando unos 120 euros en batidos. Solo calculad cuántas frutas y verduras puedes comprar con 120 euros (que nos aportan pocas calorías, si eso es lo que nos preocupa, más vitaminas, más sabor, más satisfacción al paladar y más variedad que un batido) y verás que no sale a cuenta. Además de ser productos frescos y de temporada con los beneficios nutricionales que eso aporta.
Aquí ´se está hablando de cualquier dieta basada en productos sustitutivos como batidos, barritas, sobres preparados, pastillas... y no solo a una empresa en concreto, porque todas funcionan igual.
La premisa que se utiliza en este tipo de dietas siempre es la de sustituir comida real por batidos, sobres o barritas de una marca en concreto, creando de esta manera y como hablabamoso, una relación de dependencia con dichos productos. No existe una reeducación nutricional, sino que simplemente se indica el número de comidas que se deben sustituir.
La bajada de peso se produce (porque a corto plazo sí que se produce) basándose solo en un consumo menor de calorías al final del día, pero no se analizan otros factores importantes como los hábitos alimenticios de cada persona, si tiene una relación emocional con la comida, cuáles son las causas que han llevado a esa persona a sufrir un problema de sobrepeso u obesidad... No se realiza un acercamiento multidisciplinar a la alimentación, sino que nos basamos solo en el conteo de calorías.
Aunque a corto plazo se produzca una bajada de peso, ¿qué ocurre al cabo de un tiempo? Como una dieta basada en productos sustitutivos no crea adherencia, como ya hemos dicho anteriormente, o no podemos mantenerla a largo plazo por motivos económicos (es cara) y no se ha realizado una reeducación nutricional en el proceso, lo normal es regresar a los malos hábitos nutricionales que teníamos antes de comenzar con esta dieta, recuperando el peso perdido. Estas dietas, además, pueden suponer un riesgo para nuestra salud: desde un aporte energético muy por debajo de lo que necesitamos, sobre todo si somos personas deportistas, a posibles problemas hepáticos (como ya se han documentado con anterioridad), posibles relaciones de dependencia con la comida, etc.
Si lo que buscáis es bajar de peso, el mejor consejo es que os dirijáis a un profesional del sector: un dietista-nutricionista actualizado que pueda trataros de forma personalizada y que os inculque cambios de hábitos hacia otros más positivos. Además, mantener la actividad física diaria y practicar deporte de forma regular también puede ayudaros a mantener un peso adecuado.
Gracias y salu2.
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